El último día del seminario salimos de la universidad al medio día, y compartimos un rico almuerzo con Andrea, Leslie, Erwin Fabian y Alejandra, en un restaurante cerca a la Universidad Nacional.
Después Andrea, Leslie y yo fuimos a conocer el Museo del Oro, visita obligada para todos los extranjeros que llegan a Bogotá. Al salir de allí nos encontramos con Martín y juntos caminamos por la carrera séptima que, por motivo del "septimazo", estaba cerrada al tráfico de vehículos y se había convertido en una mezcla entre calle peatonal y mercado persa. Caminamos hasta la plaza de Bolívar, unas cuantas cuadras por la candelaria y terminamos tomando chocolate, peto y tamal.
Finalmente, pasamos por la casa de Zinnia pues Andrea necesitaba recoger allí un libro, y luego rumbo a Cajicá.
El sábado, aprovechando que el viaje de Andrea era el domingo, Ella, Camila y Leslie fueron a visitar la Catedral de Sal de Zipaquirá, otra de nuestras maravillas turísticas infaltables. Al medio día teníamos organizado un asado en casa de Camila, en el que estuvimos presentes cinco familias homeschoolers, donde aprovechamos para compartir y conversar un poco más con nuestras queridas invitadas internacionales.
Como la tarde se puso muy fría, Bárbara nos invitó a su casa a tomar un café, y las niñas aprovecharon para hacer un pequeño show con los actos de baile y canto que habían presentado en la feria de homeschoolers de este año.
El domingo Janeth y su familia recogieron a Leslie para llevarla al mercado de las Pulgas en Bogotá, según me dijeron la pasaron muy bien. Almorzaron en el centro y en la tarde se reunieron en casa de Janeth con otras tres familias para seguir compartiendo con Leslie de manera más cercana y más informal. De esa reunión no tengo fotos, pero si consigo algunas las pongo luego.
El domingo y el lunes Leslie pasó la noche en Subachoque en la casa de Rosa y su familia y regresó a mi casa el martes por la mañana. Esa tarde me acompañó al mercado de frutas y verduras, que para ella fue algo exótico y quedó sorprendida por el tamaño de las frutas y verduras que vió, todas le parecieron muy grandes, nos cuenta que en Londres todo es pequeñito (el apio, la espinacas, la mandarinas, los maracuyá, etc.).
El miércoles fue un día super movido: en la mañana fueron con Martín y los niños a conocer la laguna de Guatavita, escenario de la famosa Leyenda del Dorado, en la tarde tuvimos otra reunión en casa de Catalina y su familia, con otras 4 familias.
En la noche fuimos al concierto del coro de la Fundación de la Santa Cruz, fundación que dirigen Bárbara y su familia para ayudar a niños en situación de maltrato. Logramos llegar a la segunda parte, y luego el hermano de Bárbara y su esposa nos invitaron a comer en su apartamento. Ese día llegamos a la casa a la 1 de la mañana después de varios sustos con el carro que incluyeron batería descargada y otros varios incidentes =S
Nuestros planes para el jueves eran ir a mostrarle a Leslie el norte de Bogotá, pero mi carro no quiso prender ydecidió por nosotros. Entonces nos quedamos en casita, una mañana relajada, almuerzo con Bárbara y Camila, con amenza de no dejar ir a Leslie (jejeje), y la tarde la pasamos en las calles de Cajicá viendo artesanías y Leslie aprovechó para conseguir los últimos regalitos que le hacían falta.
El viernes en la madrugada, salieron Martín y Leslie rumbo al aeropuerto y mi casa volvió de una manera extraña a la normalidad. Todavía no me acostumbro =)
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Hace 7 años
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