Reunión de familias en Bogotá

Hace una semana, el sábado 11 de septiembre tuvimos la tercera reunión del año, de las familias que educamos en casa. Zinnia nos ofreció un espacio en el Café del Teatro Cádiz, pero como el día estuvo tan bonito terminamos sentados afuera en el parque, mientras los niños jugaban.

Primero debo decir que el sitio fue espectacular. Una zona verde grandísima con parque, juegos infantiles y canchas, donde los niños tuvieron mucho espacio para jugar. También pudieron disfrutar de una función de títeres en el teatro ofrecida por la compañía Hilos Mágicos.

Era la primera vez que planeábamos la reunión en Bogotá, pues los encuentros anteriores habían sido en Chía o Cajicá. Esta vez queríamos dar la oportunidad a las familias residentes en Bogotá que no habían asistido antes debido a las distancias o la dificultad de transporte, y creo que el objetivo se cumplió. Asisitimos 17 familias!

Otro gran logro fue que se encontraron familias que no se conocían y que viven relativamente cerca, con lo cual creo que se pueden generar pequeños grupos cercanos que comiencen a planear encuentros periódicos y actividades conjuntas, como hemos logrado hacerlo las familias que vivimos en las afueras de Bogotá.

Como siempre, al final de la reunión es cuando se logran las conversaciones más productivas, a pesar de que todo el tiempo la gente estuvo dividida en pequeños "corrillos" charlando y conociéndose. Quedaron planteadas propuestas como crear un "comité de acogida" encargado de invitar y compartir con las familias nuevas que van llegando, y también organizar las siguientes reuniones con algún tipo de programación que permita un espacio de charla informal, pero también un tiempo dedicado a tocar temas específicos y más informativos como los referentes al aspecto legal.

No niego que a raíz de las cosas que se dijeron también quedaron algunos temores y reservas flotando en el ambiente, y la impresión de que no podemos permitir que otros hablen en nombre de nosotros sin que nos enteremos de lo que está pasando. Vemos que el anonimato en el que vivimos podría estar próximo a desaparecer y no todos nos sentimos muy tranquilos con este panorama. Es necesario que comencemos a prepararnos para que luego no nos cojan por sorpresa.