A raíz del post de ayer, que lo escribí en un momento de reflexión más que de desesperación, recordé un texto que durante mucho tiempo fue como mi "himno". Siempre lo tenía conmigo. Es del Libro de los Abrazos, de Eduardo Galeano:
... "No tengo ningún dios. Si lo tuviera, le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta andar. Hay lunas a las que todavía no ladré y soles en los que todavía no me inciendié. Todavía no me sumergí en todos los mares del mundo, que dicen que son siete, ni en todos los ríos del Paraíso, que dicen que son cuatro.
En Montevideo, hay un niño que explica:
_ Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre. "
Mas de diez años después, me sigo sintiendo igual, con la diferencia de que ya he sentido más de cerca la presencia de la muerte a mi alrededor, ya sé que es algo que nos puede pasar en cualquier momento. Pero todavía me falta tanto por andar...
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Hace 7 años
2 comentarios:
maravilloso! y me alegro de que ya te sientas mejor!!!
Gracias María. Un besito =)
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