Agotamiento, que se convierte en falta de paciencia. Sobrecarga emocional que me deja hipersensible e irascible. Cuando pasa empiezo a dudar de lo que estoy haciendo, será que realmente me gusta esto de estar con los niños todo el día? será que me estoy convenciendo de algo que no es? pero si de lo que estoy segura es de lo que NO es: volver al colegio!! , no y no!.
Y entonces?
Me invade la culpa por sentirme egoísta, por esperar que nadie me hable, me pida, me busque, por desear que todos hagan lo que yo diga. A veces siento que me falta tanto por aprender, por crecer, quiero enfurruñarme como una niña chiquita y decir que "no, porque no" y punto.
Me asusta que al meterme de lleno en la rutina, en la planeación de los mil proyectos que tengo en la cabeza para la educación de mis hijos, en la organización de la casa que es un trabajo que nunca acaba, esté evitando prestarle atención a algo más profundo que necesita ser atendido...
Me doy cuenta que estoy perdiendo la "mística" de esto de ser mamá, los días pasan uno detrás de otro sin mayor diferencia que las peleas de/con mis hijos. Me da pereza leerles el cuento antes dormir, jugar el juego de mesa que me están pidiendo... me siento tan cansada que sólo quiero que a las 8 hagan *puf* y desaparezcan.
Y está el bendito computador que se convierte en mi herramienta de distracción, casi en una adicción para desconectarme del mundo.
Pero está bien sentir esto no? si todo es demasiado perfecto empieza a ser sospechoso, no puedo dejarme anestesiar por la necesidad de demostrar que todo está muy bien. Soy humana, pienso, me cuestiono, y necesito estímulos intelectuales que me hagan sentir que todavía soy la mujer inteligente que siempre me he enorgullecido de ser.
O será que estoy exagerando? no sé... pero necesitaba ponerlo por escrito para verlo en perspectiva.
Ah! y despues de una semana de no escribir, he decidido abandonar el diario, me pudo.
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Hace 7 años
16 comentarios:
Ana Paulina, es que un diario, lo que se dice diario, es mucho compromiso. Ya haces el de los viernes de la mujer sencilla, y luego las cuestiones tal y como vengan. ¡Bastante trabajo tienes!.
Un abrazo y besos a todos los de casa.
Como va a estar mal sentirse así de vez en cuando? Como dices, somos humanas y también necesitamos nuestros momentos, que no los tenemos casi nunca. Todas deseamos muchas veces que llegue la hora de dormir y uff a mi tambíén me da pereza algunaos días leerle el cuento de la noche, aunque nunca me libro de hacerlo. LA jornada es de 24 h 365 días al año, sin días libres pr motivos personales ni vacaciones, excepto algún día extra que puedan quedarse con la abuela. Lo raro sería no sentirse así a veces a pesar de que tenemos clarísimo lo que hacemos y nos guste. Al colegio no y no con toda seguridad pero si hay días o semanas más difíciles, solo hay que pasarlas y continuar cuando volvamos a tener energías con todos los proyectos. Muchos ánimos y recréate en los momentos que te saquen una sonrisa, pensa en ellos todo volvera poco a poco a centrarse.
Un beso enorme.
¿Y yo cuando escribí esto? ;)
Ana Paulina, creo que podría firmar cada una de las palabras que has escrito y supongo que es normal sentirse así, las mamás que llevan a sus hijos al cole también se sienten desbordadas muchas veces, imagínate nosotras con tanto rapáz las 24 horas del día los 365 días del año!. A nosotras además se nos amontona el sentimiento de responsabilidad por su educación.
Ánimo Ana Paulina, un besito muy grande desde este lado del mar.
Y se me olvidaba, no hay más que conocer a los cuatro pollitos para darse cuenta de lo bien que lo estais haciendo los dos, Martín y tú. Eres afortunada de tener un compañero y padre así, como es él, cariñoso, atento y con sentido del humor, a tu lado. Piensa en él cuando el ánimo fallece.
Besos Madalen
Madalen, tienes razón, lo del diario es demasiado compromiso. Lo quería hacer para demostrarme que sí hago cosas, pero ya verifiqué eso, hago tantas que no me queda tiempo para escribirlo!
Gracias por las palabras tan lindas sobre mis pollitos y sobre Martín, yo sé que soy afortunada de tenerlo y a veces eso aumenta mi cargo de conciencia... es tan buena persona que siento que abuso de su disponibilidad. Aunque eso lo hablamos mucho y él me dice que no piense así, no puedo evitarlo, tenerlo a él como ejemplo me hace sentir que me falta mucho como persona. Pero tienes razón, es un gran apoyo.
Un besote.
Sandra,gracias por los ánimos. Y no es que esté en un estado depresivo como estaba cuando comencé con este blog, pero si me siento muy, muy cansada, daría lo que fuera por un mes sin niños o bueno, al menos una semana, pero por ahora eso es poco probable (aunque no sé qué haría con tanto tiempo y silencio, ah! el silencio!). Yo sé que todo pasa, si algo he aprendido en mis casi trece años de maternidad es eso. Espero que ahora que comencé a ir al gimnasio, el ejercicio me levante el ánimo, como dice mi esposo.
Un abrazo grande.
Meni, yo sé que no soy la única que me siento así, pero creo que soy la que más me quejo, jejeje.
A propósito, cuantos son tus hijos? a veces me da la impresión que son tantos como los míos (o más?)
Tienes razón la responsabilidad de su educación pesa, no siempre, pero tal vez el haber tenido a mis papás de visita hace que el tema me preocupe mas de lo normal.
Gracias por estar allá a ese lado del mar! pero tan cerquita del corazón.
Besitos.
Ana SOMOS humanas, no eres la que más te quejas pero como no te enteras de las quejas de otras...jeje.
Un abrazo!!
En realidad venía a invitarte: http://cuatroenlacama.blogspot.com/2010/01/invitacion-charla-atea-entre-blogs.html
;) participas?
Me ha llegado al alma lo de la mujer inteligente... yo me he sentido así muchos años, pero creo que es por esto del sistema social... ¿quien dice que es lo inteligente? Claro que yo si que hablo con perspectiva... que ya tengo uno mayor de edad... y me he dado cuenta de que hay que ser muy inteligente para mantenerse cuerda educando en familia...jajajaja
Felicidades por el post, me ha gustado muchisimo... por supuesto recuerdo cada uno de los sentimientos que reflejas... sobre todo esas ganas de que hicieran "¡Puff!" jajajaja
Cariños inmensos,
Ale gracias por tu comenario, yo se que "mal de muchos consuelo de tontos", pero sirve de vez en cuando escuhcar las quejas de las demás para no sentirse tan malvada, jejeje
Ya te respondí atu invitación en tu blog, gracias!!
Jan, yo sé que las dos hemos hablado mucho del tema y que tú me entiendes así como yo te entiendo. Gracias por tu amistad! =)
Ipe, eso de la inteligencia estorba, es mas una cuestión de imagen ante los demás. No puedo evitar que la gente (mi familia sobre todo) piense que una persona tan "inteligente" como yo, que supuestamente podría haber tenido un "futuro brillante" se haya llenado de hijos y quedado en la casa "sin hacer nada". Ellos son así, es su manera de ver la vida, crecieron sintiendo que los hijos son una obligación y un estorbo, y todo eso también lo creía yo, ahí creo que está la verdadera inteligencia, en ser capaz de descubrir un mundo nuevo y una forma diferente de ver la vida, y la manera de contribuir a mejorar el mundo... cuestion de prioridades propias, no heredadas (pensadas con inteligencia y con corazón).
Pero todos estos son fantasmas que de vez en cuando salen a jalarnos las cobijas por las noche =) no creo que desaparezcan nunca, a menos que me vaya a vivir al otro lado del mundo... me reciben?
Ana, un abrazo muy fuerte. Yo también me siento así, y tú has tenido la valentía de publicarlo para que las demás no nos sintamos tan raras o no nos permitamos quejarnos.
Últimamente, desde que empezó el año, en los momentos donde noto la ira crecer en mi interior, les digo a mis hijos: "¡¡¡Menos mal que pedí a los Reyes Magos un saco de paciencia y me la trajeron!!!"
Y entonces mi hija mayor echa el freno y se da cuenta de que se está pasando, o de que mamá está al límite, y acabamos riéndonos. "Mamá, pero ese saco... ¿era muy grande muy grande?"
Qué comentarios tan sinceros y reales, me han llegado al corazón. Lo cierto es que somos muchas en situaciones muy semejantes.
La presión exterior y el modelo de mujer triunfadora tan opuesto a lo que hemos escogido, estar en casa sin "hacer nada" como otros piensan, y criando hijos (y eso que como dicen otras yo solo tengo dos), cuando teniamos carreras y futuros tan prometedores (incluso cuando muchas de nosotras no tengamos carrera no por eso somos peores madres y maestras de los peques), la presion es fuerte, y la rutina es un animal salvaje que domar, y que a la vez consume. La ropa, la comida, proyectos, las peleas...hay dias en que la mas pintada desearia correr, o conducir hasta no saber donde. Pero no concibo la vida sin estos altibajos porque no concibo la vida sin vivirla plenamente junto a mis hijas, mi marido, y junto a Dios todos nosotros, dándonos fuera y animo.
Como bien dices la mistica, esa hay que reinventarla cada mes, cada dia que amanece, cada semana que se cumple.
Charlotte Mason dice que las madres necesitamos jugar (un paseo por la naturaleza, una visita al museo, un té o café con amigas o solas...las madres actuales dicen té o coke, lo que mas te plazca).
Es importante encontrar un hueco para algo que te guste y para pasar un rato con nuestros maridos.
Animo y espero que el gimnasio y algunas chispas de novedad te ayuden a reencontrar ese aspecto de ti que anda un poco añejo por el paso del tiempo.
Suerte y nos vemos por aqui cuando haya un hueco.
Silvia
Me di cuenta al releer que puse fuera en lugar de fuerza.
Veo que hay otras Silvia en tus seguidores, mi nombre es Silvia Cachia, y mi blog www.educandoenelhogar.blogspot.com
Silvia gracias por tu comentario, y tienes mucha razón en lo que me dices, pero es que a veces es taaaan difícil sacar un ratico para "jugar"!
Un beso y gracias por tu visita, ya me pasaré por tu blog.
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