Aunque estamos a dos mil y pico de metros sobre el nivel del mar, vivimos en el trópico; aquí no hay nieve, renos, pigüinos, trineos, ni muñecos de nieve durante la navidad. En esta navidad mi casa tendrá un lindo pesebre, y muchas estrellas, ángeles, reyes magos, figuras más relacionadas con nuestras propias tradiciones. A pesar de mi disgusto hacia la religión, nuestros rituales navideños provienen de ella y con ellos crecimos; son lo que le dan su espítritu a la navidad y es lo que quiero transmitirle a mis hijos.
Para contagiarnos con el espíritu navideño ( y olvidarnos de las deudas) dutante esta semana estamos dedicados a ver estrellas.