Hace como dos semanas, del jardín infantil al que va Jacobo llegó una circular pidiendo que revisáramos las cabezas de nuestros hijos pues al parecer habían encontrado piojos en varios niños. Pues revisamos a Jacobo y efectivamente tenía una buena cantidad de pasajeros. Así que, después de sacar varios a mano (pidiéndole que se quedara quieto con la promesa de dejarle tener uno caminando en sus deditos), le aplicamos el champú recomendado para estos casos. Incluso pusimos a uno de eso bichitos a caminar en la cabeza calva del papá a ver qué pasaba, pero el pobre se resbalaba!!! fué muy chistoso, jejeje
Pero todo esto es ambientación para contarles lo siguiente. Este mes hemos estado leyendo las Crónicas de Mismantle, el libro uno, llamado "Urchin el de las estrellas fugaces". Los protagonistas de esta historia son ardillas, nutrias, topos y puercoespines.
Estábamos leyendo un pasaje en el que una nutria furiosa maldecía de la siguente forma (transcribo textualmente): "¡Plagas, piojos y pestes! - murmuró Padra paseándose por el salón del trono - ¡Pulgas y lombrices para toda esa manada de infelices!"
Jacobo que estaba al lado nuestro al oír eso me dijo: No mamá, piojos no nibdo (libro), piojos minan besha, tin,tin,tin (mímica de dos deditos caminado por la cabeza). Casi nos morimos de la risa, y para que no se me olvide lo pongo por escrito.
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Hace 7 años
3 comentarios:
jaja!!
Yo también tengo una anécdota de estas de los piojos. Cuando aún iban al colegio también trajeron alguna vez.
Un dia al ver una vecina mayor en mi casa que llevaba un plastiquito en la cabeza para protejer su pelo recien peinado de la lluvia (no sé si conoces estos plastiquitos que llevan a veces las señoras mayores). Mi hijo no había visto nunca uno así y se la queda mirando fijamente y de repente pregunta: ¿Tienes piojos??
¡¡Tierra tragame!!!
Por suerta la señora se lo tomó bien y se puso a reir también.
Marvan, no me imagino la cara que pusiste, jajaja. Aquí lo tomamos de forma muy tranquila, incluso le avisé a las otras mamás vecinas para que estuvieran pendientes, si acaso veían a sus hijos rascarse la cabeza.
Jan, no te preocupes que a Adelaida no se le pasaron. Tus hjos están fuera de peligro.(y tú también)
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