Este sábado de semana santa, aprovechando que teníamos el carro de mi hermana, nos fuimos de paseo. Recorrimos varios pueblitos cercanos, el objetivo era llegar hasta Ráquira. Pasamos por Ubaté:
Paseámos luego por Ráquira, los niños ( y la mamá) se dieron gusto comprando chucherías:
Almorzamos en Sutamarchán, mis hijos se imaginaban almorzando hamburgesa o pizza pero les tenía planeado almorzar lo típico de la zona: fritanga, longaniza, costillitas, papas criollas, mmm (grasa por montón, pero delcioso).
Luego, estando tan cerca del desierto de la Candelaria, los niños estaban tan llenos de curiosidad que era imposible no llevarlos a verlo y a buscar fósiles, pero primero, para llenar un poquito más el día, los llevamos a conocer el Monasterio del Santo Ecce Homo, en Villa de Leyva. Y después al desierto a buscar fósiles!
Y fin del paseo... tres horas de regreso a la casita y todos cansados pero felices.
Paseámos luego por Ráquira, los niños ( y la mamá) se dieron gusto comprando chucherías:
Almorzamos en Sutamarchán, mis hijos se imaginaban almorzando hamburgesa o pizza pero les tenía planeado almorzar lo típico de la zona: fritanga, longaniza, costillitas, papas criollas, mmm (grasa por montón, pero delcioso).
Luego, estando tan cerca del desierto de la Candelaria, los niños estaban tan llenos de curiosidad que era imposible no llevarlos a verlo y a buscar fósiles, pero primero, para llenar un poquito más el día, los llevamos a conocer el Monasterio del Santo Ecce Homo, en Villa de Leyva. Y después al desierto a buscar fósiles!
Y fin del paseo... tres horas de regreso a la casita y todos cansados pero felices.
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